Los escuchantes

Los sentidos. ¡Qué importantes son y qué poca importancia les damos! Al final de esta entrada hago una reflexión sobre los sentidos.

En las clases hablamos de la mirada, del movimiento, de los gestos…hoy el protagonista ha sido el oído. La lección que creo que hemos aprendido todos es que escuchamos, sí, pero ¿oímos?

La primera actividad de la clase de hoy consistía en contar una historia con sonidos de forma que el otro grupo tenía que “ver” la historia a través de los sonidos, sentados de espalda para no poder ver. Algunas historias han sido más fáciles de visualizar por la claridad de los sonidos y la familiaridad con esa historia. Sin embargo, la historia de la niña ha abierto un gran abanico de interpretaciones….¡Ah, había un gato! ¡lo ves, era una tormenta! ¡se nos ha olvidado el caballo!...Para mí, esta ha sido la parte más bonita y teatral de esta actividad. Es pero no es.

Una actividad que hago con mis estudiantes de infantil o primer ciclo de primaria cuando hacemos las partes del cuerpo son los sentidos. En inglés. I see with my eyes. I smell with my nose. I taste with my tongue… Mi actividad favorita es traer a estudiantes al centro por turnos, taparles los ojos y darles objetos para que lo reconozcan con el tacto: pencil! Ruler! Luego dejamos caer objetos y tienen que adivinar de qué objeto se trata por el sonido que escuchan. Es interesante ver qué diferente es el sonido que produce un lápiz y un sacapuntas. Mi actividad favorita es traer fruta en trocitos en vasos de plástico, cada fruta en un vaso y darles a probar una fruta también con los ojos tapados. Tienen que saborear la fruta y adivinar cuál es. De paso recordamos que we must eat fruit every day! Do you eat fruit every day? No? Well, remember…
También les mando moverse por la clase, primero con los ojos destapados. Luego con los ojos tapados. Go to the Windows. Walk to the door. Run to your desk….Me parece importante que vean, que sientan lo que pueden sentir otras personas que no tienen todos los sentidos o no los tienen lo suficientemente desarrollados para vivir fácilmente.
¡Qué bonito es ver, escuchar, oler, tocar y saborear! Voy a intentar intensificar más los sentidos con las personas que me rodean…pero siendo consciente de cuáles utilizo con quién…Me puedo imaginar una conversación con un cliente

Cliente: ¡Oye! ¿Qué haces? ¿Por qué me chupas?
Yo: No, es que te estoy saboreando. Me estoy relacionando contigo con los 5 sentidos.

En la actividad de protagonista – antagonista también el oído ha sido el protagonista. Ha sido muy interesante ver a Antonio manteniendo una conversación consigo mismo, oyendo a Gracia pero sin escucharla. Creo que es un reflejo fiel de gran parte de la realidad. Dedicamos mucho más tiempo y esfuerzo a preparar nuestro discurso y defender nuestra realidad que a escuchar lo que nos dicen: a escuchar las palabras, las miradas, los gestos, las lágrimas, el cuerpo, los sentimientos, los pensamientos, el silencio. El silencio está lleno de palabras, solo hay que escuchar.
¡Qué bonito ha sido viajar por las playas de Cádiz! ¡Gracias Antonio!

Otra actividad que para mí ha estado muy relacionada con los sentidos ha sido la actividad donde teníamos que pasear…y empezaba a nevar. Yo cogía los copos en la palma de la mano y veía cómo desaparecían. Era mágico. Tocar la nieve es una sensación única, quizá porque ese tacto supone el final de ese estado sólido para pasar a otro más escurridizo, más libre.
Me ha dado la impresión de que muchos compañeros han utilizado el sentido del tacto también… al hacer bolas de nieve, al tocar la nieve. Nuestras caras eran de alegría, de tranquilidad al ver caer la nieve y creo que todos hemos utilizado las manos. Muchos las hemos alzado al cielo.
Yo también relaciono la nieve con el sentido del oído. En esta actividad yo he viajado a mi infancia en Burgos, como no podía ser de otra manera. Uno de mis mejores recuerdos de esos años es la nieve. Uno de los momentos más intensos era despertarme y ver en la barandilla del balcón 10 cms de nieve y un fondo de árboles, tejados y colinas blancas. Y mucho silencio. La nieve se traga los ruidos. Es un efecto físico muy interesante, sin duda la nieve es un gran aislante.

La actividad donde éramos árboles me ha dado mucha tranquilidad. He terminado en una pradera, en una colina mirando el mar.

Mi reflexión sobre los sentidos

Desde hace siglos se ha debatido la dualidad de los seres humanos. Por un lado, una parte corporal y por otra una espiritual. Yo creo en esta dualidad. Lo que no es tan fácil es etiquetarlas. Yo veo una parte biológica y otro emocional. A lo biológico entiendo que pertenecen los códigos genéticos, las células, los órganos, los huesos. En el aspecto emocional veo los pensamientos, los sentimientos, las creencias, las ideas, los esquemas mentales. ¿Dónde encajan los sentidos? Yo los veo como un puente entre lo biológico y lo emocional. A través de las sensaciones que recogemos con lo sentidos –ojos, oídos, piel, lengua, nariz- nos llegan impulsos al cerebro que a su vez mandan mensajes a las diferentes partes del cuerpo y crean sentimientos. Cuando veo a alguien darse un abrazo al salir por la puerta de un aeropuerto me produce ternura. Cuando toco algo caliente me produce rechazo. Cuando huelo humo en casa me produce miedo. Cuando toco a un cachorro me lo quiero quedar. Cuando oigo gritos me asusto.
Lo que recogen nuestros sentidos tiene un gran impacto en nuestra parte emocional. Por eso, creo que es importante prestar atención a lo que vemos, oímos, tocamos, olemos y saboreamos. Cuanto más intensamente apliquemos estos sentidos a la realidad, más cercanos nos sentiremos con ella. Lo mismo que con las personas. Como he mencionado antes, no creo que haya que relacionarse con todo el mundo con los 5 sentidos, pero con las personas más íntimas quizá sea una buna idea preguntarse: ¿la escucho? ¿la huelo? ¿la saboreo? ¿la toco?....¿la veo? Quizá también nos debamos preguntar ¿me escucho? ¿me huelo? ¿me saboreo? ¿me toco?....¿me veo?