El Libro De Las Frases No Dichas

Hoy Luis ha dicho una frase que se me ha quedado grabada cuando creo que Pepa hablaba de lo difícil que es expresar enfado cuando nos han educado a no enfadarnos. La frase era algo así como yo tengo un libro donde escribo las frases que no he dicho en su momento. ¿Cuántas veces lo hemos pensado? ¡Ojalá hubiera dicho....perdón! ¡Ojalá le hubiera dicho...que no podía más! ¡...que me ayudara! ...“El Libro De Las Frases No Dichas”, sin duda podría ser el título de una novela, de una película, de una historia, de una vida…Lo que me ha gustado es que las frases no las habrá dicho Luis pero sí las ha pensado y además las ha escrito. ¡Qué curioso! Quizá si hay una situación futura parecida la frase salga disparada como un cohete después de haber estado aparcada en el libro de las frases no dichas durante…quién sabe cuánto tiempo. Puedo imaginarme la frase esperando en el libro maldito de los desperdicios hasta que alguien, algo se cruza en el camino para liberarla. ¡Por fin! Y yo pienso Ahora me encuentro un poco más en paz conmigo mismo. Con la vida.

Lo que me gusta de la idea del libro de Luis es que puede ser una forma de no obsesionarnos con el pasado al dar el asunto por zanjado al escribir la frase. Eso puede ayudarnos a no anclarnos en el ojalá hubiera dicho…ojalá hubiera hecho…y seguir adelante. La palabra ojalá para mí es una de las palabras con más fuerza del diccionario. Por un lado te puede hacer soñar: ¡ojalá estuviera en una montaña..! pero por otro lado te puede hacer la persona más vacía y triste del mundo: ¡ojalá no fueras así! Puede crear frustraciones insalvables hasta entre las personas que más se quieran. Me gusta mucho cuando Jorge habla del presente, del ahora. Pasamos mucho tiempo angustiados por el pasado…y por el futuro, especialmente ahora con la situación difícil que atraviesa no sólo España sino el mundo. ¿Qué tienes ahora? ¿Qué sientes ahora? Y posiblemente lo más importante: ¿A quién tienes a tu lado… ahora?
(Ojalá viene del árabe y significa algo como “que Dios lo quiera” aunque ese sentido religioso se ha perdido) .

El ejercicio del péndulo humano me ha parecido muy interesante y relajante. Aunque al principio daba un poco de miedo dejarse caer… ¿al vacío? Sin duda, te hace confiar en los compañeros y dejar el destino en manos ajenas, y nunca mejor dicho. ¡Qué bueno es poder confiar en los demás!
Es algo que hoy también se oye mucho ya no se puede confiar en la gente. ¡Qué triste!

El crujir de espalda ha sido…una experiencia. La verdad es que me ha sentado bien. Creo. Gracias Jorge.

La actividad de interpretar un personaje con la frase que habíamos preparado ha sido todo un reto. En mi caso, no tenía un personaje dado así que me he dejado llevar por la situación. Totalmente libre. Ha sido interesante que al terminar la escena he notado que volvía a la clase. De alguna forma me había ido. Ha sido un pequeño viaje y me ha gustado la sensación de ir y venir sin moverme....físicamente. En otros casos donde tenían que interpretar un personaje, una situación, unos sentimientos…con una frase que, en principio no pegaba ni con cola, ha resultado muy interesante. Manuel ha parecido vivir la situación como si Luis fuera su propio hijo. Yo no sabía si le iba a matar o a abrazar. Lo quería tanto que lo quería matar. ¡Qué intensidad! Me imagino que a un padre en ese caso posiblemente le gustaría hacer ambas cosas, aunque al final siempre una venza a la otra. En la mayoría de los casos me gustaría pensar que no hay sangre por medio pero... ¿Es posible matar por amor? Es algo que se oye y parece que el amor puede justificar todo, incluso la muerte pero, ¿es realmente posible? ¿se puede matar a alguien por amor? ¿o es por desamor? ¿o egoismo? ¿por miedo? ¿o ..quién sabe por qué?

Me ha gustado mucho ver cómo el texto es mucho menos importante que la mirada, la voz, la expresión de la cara, el cuerpo, los sentimientos. Al final parece que las palabras son unas mentirosas. Y lo peor es que muchas veces nos las creemos.