Pero ¿somos hombres o mujeres?

Esta es la pregunta que hizo Patricia en la clase de ayer al interpretar su personaje en el tren. Eso es lo bueno del teatro que puedes ser un hombre, una mujer, un niño, un desconocido en un tren, un borracho, un esqueleto, una mujer provinciana y con el alma consumida o incluso una sombra.
Nos pasamos gran parte del tiempo siendo lo que los demás esperan que seamos y da una sensación de libertad poder ser alguien diferente. Ese personaje nos da rienda suelta a ser egoístas, lunáticos, serios, charlatanes, antipáticos, tramposos y lo que nunca se nos ocurriría ser en la vida real.

Me hizo mucha gracia el comentario de los compañeros después de mi primera interpretación. Dijeron algo así como “te ha salido guiri total”. Cuando leí mis líneas la primera vez parece ser que el acento inglés se metió en mis palabras. Me hizo mucha gracia porque yo no fui consciente pero cuando imitaron la forma en la que había hablado me sentí identificado con ese falso español. Pensé: sí, ese soy yo. No es la primera vez que me ocurre pero sí en la clase de teatro. En más ocasiones de las que soy consciente se funden el español y el inglés para dar salida a mi propio idioma. Tengo muchos false friends o falsos amigos que son palabras que se parecen mucho en la forma pero no en el significado. El otro día en el borrador de una de las entradas de este blog escribí “Asumimos. Asumimos mucho…” Cuando lo que quería decir era suponíamos o dábamos por hecho. En inglés assume significa suponer pero en español asumir significa responsabilizarse, ej. asumir un cargo, una tarea. Otro falso amigo muy cercano a mí es hacer una cita (make an appointment) en vez de concertar una cita. Tengo un buen número de buenos amigos falsos, tan buenos que forman parte de mi círculo de amistades y han pasado a ser good friends.

Me gustó mucho la clase de ayer y creo que a todos nos gustó la idea de tener que aprendernos un texto. Fue muy interesante cómo cambiamos la forma de leer el texto. La primera vez no conocíamos al personaje y era difícil ponerle una voz, un sentimiento, una cara. La segunda vez sin embargo los personajes se hicieron mucho más visibles, se fueron perfilando y al final de la clase creo que todos teníamos a nuestro personaje en la cabeza. Me gustó mucho sobre todo cómo Pi dio un giro total a su personaje y su interpretación de borracho creo que fue estupenda. La idea de los dos esqueletos hablando me pareció de lo más surrealista y divertida. Tengo ganas de ver cómo nos sale la semana que viene cuando los personajes cobren vida.