Podría ser

Siento que empiezo a desperezarme después del paréntesis de las navidades. Ayer disfruté mucho con las dos clases, la de Jorge con los monólogos y la de Juanlu con la comedia del arte. Aprovecho aquí para dar la bienvenida oficial a Juanlu a nuestro blog. Es un placer trabajar con él y esta entrada está dedicada a una frase que dijo ayer y que a Pi y a mí nos gustó mucho.

Cuando estábamos interpretando los diferentes personajes de la comedia del arte, al ver Juanlu cómo interpretábamos a uno de los personajes dijo “Podría ser”. Dos palabras. Sólo dos palabras, pero cada una con una carga semántica brutal. Podría, modo condicional del verbo poder. Otro nombre alternativo es el de modo potencial porque en ocasiones se refiere a acciones hipotéticas o posibles. ¡Posibles! Por otro lado ser. ¿Hay verbo con más peso que el verbo “ser”? Si no eres, no existes. Juntar podría + ser es una fórmula mágica que abre las puertas a un infinito. A tu infinito. Es animar a sacar lo más íntimo, lo más escondido, lo que parece que no sale…pero quizá esté ahí. Quizá no. Pero hay espacio para la posibilidad. Me encantó ese comentario: podría ser. Quizá porque me dedique a la enseñanza y sea consciente del papel tan importante que tenemos los maestros y profesores no sólo en el nivel de conocimiento de los estudiantes sino en su desarrollo personal, que para mí, es lo mejor que podemos hacer por ellos. Sobre todo, teniendo en cuenta que en muchos casos se trata de niños y adolescentes con una enorme cantidad de ingenio, creatividad, sabiduría…y que muchas veces se encuentran con la puerta en las narices cuando alguien dice algo como…¡así no! ¡cállate! ¡estate quieto! Muchas veces estos comentarios pueden transformarse: ¡así no! = enséñame cómo lo haces, ¡cállate! = a ver, cuéntanos de qué estás hablando, ¡estate quieto! = a ver cómo te mueves. Sé que no es siempre posible atender a todos y cada uno de los estudiantes pero es importante recordar que es fácil cortarles las alas, hacerles pensar que hacer garabatos es malo cuando a lo mejor necesitan expresarse de esa forma. O que tararear una canción está prohibido cuando a lo mejor necesitan sacar de dentro esa música que les hace feliz. Por eso, "podría ser" me pareció una estupenda forma de decir: bueno, no es la interpretación académica de Polichinela pero lo estás intentando y quiero que siga saliendo, que sigas intentándolo y mejorando, que des lo mejor de ti. Lo mejor de ti…que nunca será comparable con lo que nadie más pueda dar. Para mí ese es uno de los fines de los profesores, crear las circunstancias propicias para que cada estudiante dé lo mejor de sí sabiendo que no todos llegarán al mismo destino. Pero todos avanzarán y marcarán su propio recorrido…disfrutando de la experiencia.
Una de las funciones principales no solo de los profesores, sino de todas las personas que tienen a su cargo a otras personas, es decir supervisores, jefes, coordinadores, directores, responsables etc es la de corregir. Sin duda, corregir, es básico para el desarrollo de las personas, las tareas que desempeñan a nivel laboral o los conocimientos que adquieren cuando estudian. El podría ser de Juanlu fue dicho en un contexto perfecto, en el momento preciso y de una forma apropiada. Sin embargo, si un empleado le pregunta a su supervisor si debe hacer una nueva oferta a un cliente y la respuesta es "podría ser"…quizá el empleado se quede descolocado ya que lo que espera de su supervisor es una respuesta más concreta. Lo mismo que si un paciente le pregunta a su médico si cree que debe preocuparse por los dolores de estómago que lleva padeciendo un mes…y la respuesta es "podría ser". O si el profesor contesta "podría ser" cuando un estudiante le pregunta si le ha parecido bien el trabajo que ha hecho. Hay momentos donde “podría ser” quizá no sea la respuesta que más ayude.
Corregir es básico y hacerlo correctamente un arte. En mi sector, el de la enseñanza de idiomas, debatimos mucho qué, cuándo y cómo corregir. Juanlu quiere que intentemos sacar ese Arlequín que tenemos dentro, yo quiero que mis estudiantes se tiren a la piscina y hablen inglés en clase. Sé que van a cometer errores, por eso están en clase, y un exceso de corrección puede entorpecer ese proceso de lanzamiento: la autoestima se derrumba, el hilo de la conversación se pierde, la concentración desaparece….y la motivación simplemente se desvanece como el humo de los bares desde el pasado día 2. Por otro lado, si no hay corrección, los estudiantes pueden sentir que no progresan, puede que no sepan qué está bien o mal y además esperan corrección del profesor ya que para mucha gente… es lo que los profesores hacen. Hay técnicas y criterios de corrección que creo que se pueden emplear no sólo en la enseñanza sino a nivel laboral también. Ser selectivo, es decir evaluar qué voy a corregir. No todos los errores tienen que ser corregidos. Los criterios que yo sigo son los siguientes: si no entiendo lo que el estudiante está diciendo en inglés pido una reformulación. Si creo que el estudiante puede autocorregirse le pido que repita lo que ha dicho. Si por el contrario, veo que son errores que el estudiante comete porque está traspasando el límite de lo conocido y se está aventurando en arenas movedizas posiblemente no corrija y diga… podría ser. El momento de la corrección es importante, normalmente al final de la actividad en vez de en mitad donde puede interrumpir el flujo de energía.
Termino esta entrada con unas fotos de nuestros personajes de la comedia del arte. La semana que viene nos seguiremos metiendo en la piel de Arlequín y sus compañeros. ¿Llegaremos a poder interpretar a todos los personajes? Podría ser.